El 27 presidenciales en Colombia

Estamos a escasos días de las elecciones presidenciales en este país, Colombia, en el que estoy viviendo temporalmente, la expectación parece ser mayor de otros momentos, y no puede ser de otra forma, es la primera elección de un Presidente de la república después del acuerdo de Paz con las FARC y el que salga elegido tendrá la responsabilidad de que el proceso no fracase, además de culminar el proceso que se acaba de abrir con la otra guerrilla que queda en el país, el Ejército de Liberación Nacional.

Estoy convencido que los acuerdos de Paz, a pesar de los graves incumplimientos del Gobierno y el maltrato a los que han sido sometidos por el Estado ha hecho posible la irrupción con una fuerza inusitada de la candidatura de Gustavo Petro, como un grito en contra de la corrupción y la necesidad de cambio en el país.

“Me llamo Gustavo Petro y quiero ser su Presidente”, es la frase que utiliza para iniciar o acabar sus actos públicos que han conseguido congregar miles de personas en las plazas de pueblos y ciudades donde se han presentado, incluidos los feudos del uribismo.  “Uribe, paraco, el pueblo esta berraco” una de las consignas más repetidas por unas masas enfervorecidas, junto al “Petro presidente!” que arrecio con la llegada de Gustavo al estrado acompañado de la candidata a vicepresidenta, Ángela Mª Robledo y congresistas y senadores recientemente elegidos en las listas de Decentes encabezados por Aida Abella, superviviente del exterminio contra Unión Patriótica (a la que tuve ocasión de conocer al hacer escala en Barcelona, de paso a su exilio en Suiza, después de sobrevivir un atentado con un bazuca) .



 Actos públicos que como el del otro día en Bogotá, con una plaza de Bolívar a rebosar que dejo sin poder entrar a una parte de personas que llegaban en manifestación por la séptima y a los rezagados. Se inició el acto al son de Toto la Momposina que puso a la plaza a bailar, ¡esto es Colombia!, y explico entre aplausos y gritos de que no actuaba por dinero, sino porque el grupo lo decidió colectivamente, recibido por la plaza con el grito de “A mi no me pagaron, yo vine porque quise” en alusión a la compra de voluntades y votos al que los tiene acostumbrados la derecha de este país. 



 
Petro, recibido al grito de "no pasaran", en una intervención de casi tres horas https://www.youtube.com/watch?v=w03n-jyIp28 que no consiguió desanimar a los asistentes; que se mantuvieron todo el tiempo aplaudiendo y coreando consignas con el convencimiento que no pueden perder esta oportunidad; decía que Petro dividió su intervención en tres grandes bloques, por una lado recordar a tres generaciones de líderes liberales asesinados(el general Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliécer Gaitán  y Luis Carlos Galán, en claro guiño a sectores del liberalismo y al conservador Álvaro Gomes uno de los presidentes que impulso la constitución del 91 (una muy buena constitución que al igual que la española del 78, fue transgredida y deformada por posteriores gobiernos.

En segundo lugar, se refirió a su hoja de vida, como no podía ser de otra forma en un hombre que lo que no le falta es ego, desde su militancia en el M-19, la constitución del 91, pasando por su labor como congresista y azote de los corruptos y finalmente como Alcalde de Bogotá que fue cesado por el “fascista” procurador general de la época.

Finalmente desgrano los cinco aspectos fundamentales de su programa, en torno a 5 reformas fundamentales salud, educación, justicia, política, economía productiva (con mejora de condiciones de trabajo).

Todo ello con el hilo conductor de la lucha contra la corrupción y su bagaje personal. Una intervención larga y densa, a la que a mi entender falto una referencia a la masacre de la Unión Patriótica y le sobraron las referencias a Venezuela y algunas reiteraciones que alargaron el discurso, pero por otra parte demostró que el país está ante una oportunidad histórica para profundizar el proceso de paz, reformar y democratizar los aparatos del Estado, incrementar el gasto y la inversión social y modernizar su estructura económica y productiva aprovechando su tradición agrícola. En definitiva, un programa para modernizar y democratizar el país haciéndolo menos desigual.

El resto de candidatos https://colombia-sa.com/presidentes/candidatos_presidente2018.html, van desde el títere de Uribe (como mínimo ahora) Iván Duque, exponente de los sectores más reaccionarios del país, genuino representante de la oligarquía corrupta que ha impulsado el paramilitarismo, el derechista y autoritario, VArgas Lleras, representante de la burguesía colombiana que proviene del uribismo y  fue vicepresidente con Santos y que ha ocupado diferentes carteras ministeriales, Sergio Fajardo que fue alcalde de Medellín y Gobernador de Antioquia, le gusta presentarse como el “Presidente profesor”, está apoyado por Robledo y el sector oficial del disminuido Polo Democrático, la Alianza verde de la que forma parte su candidata a  vice Claudia López y su movimiento Compromiso ciudadano y por ultimo Humberto de la Calle, que fue nombrado por Santos como jefe del proceso negociador en la Habana y acumula el mérito de que llegara a buen puerto, el menos relevante en las encuestas, apoyado por el Partido liberal (como mínimo oficialmente), lleva como vice a Clara López expresidenta del Polo y exministra de trabajo. Ha defendido valientemente que no está claro que se haya de extraditar a Santrich, defendiendo el debido proceso en este caso y denunciando que el fiscal se está tirando la paz.

Por otro lado, el país ha seguido en vilo por el desenlace del “caso Santrich”, que suma al incumplimiento reiterado por parte del Gobierno de los acuerdos, un procedimiento que deja mucho que desear por parte del fiscal –en connivencia con la DEA de EEUU-, y que a medida que pasa el tiempo es más claro el que es un burdo montaje que genera inestabilidad e incertidumbre sobre el desarrollo del proceso de paz y lo pactado en el mismo.

Finalmente el movimiento de solidaridad entorno a Santrich se ha ido extendiendo con la firma por cientos de organizaciones sociales y activistas de Colombia y a nivel internacional una carta reconociendo su papel clave en el proceso de paz y pidiéndole que abandone la huelga de hambre, el traslado de la cárcel de la picota a un hospital y a unas dependencias vinculadas a la Conferencia Episcopal y finalmente el pronunciamiento de la JEP (Justicia Especial para la Paz) suspendiendo el proceso de extradición, y la reclamación de las pruebas de las que tanto han hablado, pero que son desconocidas a día de hoy, han debido contribuir a un cese temporal de la huelga de hambre por parte de Jesús Santrich.

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